domingo, 30 de junio de 2013

La obsesión de la familia

Mi madre Liszeth Armonst amaba la limpieza, en serio la amaba, no había un día que no limpiara la casa; mientras caminabas podías ver tu reflejo en el piso de lo lustroso que estaba.
Un día dejó la escoba cerca de la estufa y por desgracia ésta se le quemó. Lloró por quince minutos pero en ese tiempo mi padre agarró el auto y fue hasta “Australia”, un lindo mercadito donde vendían de todo. Por su ausencia mamá lloró el doble, hasta que llegó papá con la escoba.
Patrick estaba en la casa del árbol como siempre jugando; jugó cinco minutos más y se fue a la escuela. Su uniforme portaba el escudo de la institución y la escarapela, era el honor de la familia. Pasaron los días, mamá y papá se pelearon mucho últimamente. Ayer mamá murió, se disparó con un arma. Papá está muy deprimido pero quiere negarlo.



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